26 diciembre 2003

CANTAME DE NUEVO

(ella ama los símbolos, y él ...lo fue olvidando)




She gets too hungry for dinner at eight
She likes the theatre and never comes late
She never bothers with people she'd hate
That's why the lady is a tramp...

She likes the free,
fresh wind in her hair...

22 diciembre 2003

YO CREO EN ÉL Y ÉL EN MI



me da mucha ilusión pensar que les va a cumplir los deseos a ustedes, porque eso le he pedido.
anuncian que en pekin ha comenzado a aletear una mariposa.
desvirtuando la esencia del principio, ojalá que despierte calma para el espacio de mundo que a cada uno le ha tocado en suerte habitar.
felicidades!

21 diciembre 2003

DORSO O EL GÉNESIS




de Santiago Carbonell he tomado prestada la pintura.
de lucas, mis inicios en dorso y aquí mi modesto homenaje.

19 diciembre 2003

TEOREMA DE THALES: 20 años no es nada

lo enseñó magistralmente, pero a mi la foto no me sale.

dos décadas atrás apretaba la tiza fuerte contra el pizarrón, intentando descifrar la orden impartida del fondo:
"desarrolle inmediatamente el teorema de thales."
tengo la imagen negra del pizarrón, blanca de la tiza y los ojos desorbitados de la profesora perforándome la nuca, ante mi desconcierto, también negro.
no supe dibujar más que una especie de triángulo que se asemejaba al techo desprolijo de un castillo que ya no podría habitar.
nadie me explicó para qué me serviría en la vida repetir algo sobre rectas paralelas y secantes.
secantes, secantes... sólo evocaba a aquello que mitigaba los excesos de la 303 que, para variar, me perdía.
si alguien tiene una buena razón para que aprenda el teorema de thales, que me la dé, así me saco esta espina clavada en la planta del pie.



MATEMATIPOSAS



(Gracias, Lorentz!)

17 diciembre 2003

LOS ESTADOS CARENCIALES

camino a un recital, se dio media vuelta en el auto, extendiendo la mano y me entregó el regalo.
la mitad lo he leido en medio del susto del vuelo -y me ha ayudado a mitigar el peso de la existencia que parece tan precaria allá arriba-
la otra mitad, la llevo lenta, por temor.
a vos, si alguna vez visitás mariposa, gracias, que me ha encantado.

16 diciembre 2003

EL QUE JADEA

a juan josé millás lo descubrí por puro aburrimiento recorriendo el país digital.
a partir de entonces, lo he seguido sin que él jamás me haya advertido.

bueno, vamos al tema, ésto escribió: "Desde pequeño, siempre había deseado jadear por teléfono, pero mis padres decían que era una cosa de enfermos mentales. Me he perdido lo mejor de la vida por escrúpulos morales, o por prejuicios culturales, no sé. Pero al ver aquella relación tan sana entre mi mujer y el jadeador pensé que no podía ser malo. Así que marqué un número al azar y me puse a jadear como un loco, intentando recuperar los años perdidos..."

y si te interesa leer todo lo que dice, clickeá acá (o levanta el teléfono y jadea un poco. eso sí, no te paso mi número ya que te dará ocupado)
NO SE TE PASE EL PUNTO CARAMELO

aprendiendo a cocinar (cuidado con la quemadura!!!)
que si se pasa el punto, queda duro y no sirve para el flan.
no me transformé en buena cocinera, pero el punto caramelo fue una consigna permanente.
instante justo donde capturar la imagen, agarrar la vida y exprimirla.
mi abuela se fue hace tiempo.
ha quedado su receta.
disculpen, voy por azúcar y a encender el fuego.

14 diciembre 2003

LLUVIA SOBRE BUENA MADERA

entre su 'lluvia' y mi 'yuvia' incesante, me llevó con firmeza hasta donde el viento se peina colándose por la mano de Chillida.
compartió la historia de los rincones que fuimos pisando, con mar de fondo.
el nombre de la noble guia es Carmen Aguado, y no dudó en mantener la promesa del encuentro en su ciudad, san sebastián.
adoro los días de lluvia y evocarlos.
ahora he sumado uno a mi colección, y está entre los más preciados.
gracias, Carmen.

13 diciembre 2003

CUANDO LOS REYES SE ADELANTAN

hace un tiempo, le pedí -atrevida- a Ibn Said EL CONTRADICTOR, cuyos comentarios nos dejan boquiabiertos en el cuaderno de otis, que escribiera algo en mi ausencia.
me ha regalado una obra de arte y quiero compartirla, ya que a falta de palacio real, cedo espacio en mariposa.
con ustedes, la magnífica

HISTORIA ELEMENTAL DE LAS MARIPOSAS por Ibn Said EL CONTRADICTOR
¡Qué curioso! A mí nunca se me ha colado una mariposa en un poema. Las mariposas circulan con su intensa movilidad entre palabras destinadas a cubrir una ausencia, entre notas musicales que se mueven al ritmo acelerado de sus alas. Habitan con su vuelo coloreado entre poemas, canciones y representaciones de la realidad. Pero a mí nunca se me ocurrió utilizar una mariposa como metáfora, coger una pequeña mariposa sin lastimarla y dejar su cuerpo acomodado junto a una de mis quejas. A mí se me cuelan en los textos pesadillas monográficas de distinto material urbano: residuos tecnológicos, amenazas y venganzas científicas, mensajes publicitarios de un mundo que sólo aspira a vendernos algo. Pero, ¿mariposas?
Hablar de literatura y mariposas es hablar inevitablemente de Vladimir Nabokov, el padre creador de la excitante Lolita. Nabokov fue, además de imponente genio de la literatura, un prestigioso entomólogo, un especialista en lepidopterología, esa especialidad de la entomología que se dedica al estudio de las mariposas. El escritor peruano Iván Thays está convencido de que Lolita era una mariposa y de que éstas se incorporaban siempre, de una manera u otra, a la literatura de Nabokov. Incluso le servían como ejemplo a la hora de impartir sus lecciones de literatura en la Universidad de Cornell, como en esa ocasión en que, para explicar a sus alumnos El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde utilizó como introducción el proceso de mutación o transformación del insecto. Nabokov informó a sus alumnos de algo ya conocido: Había –les dijo- un filósofo chino que se pasó toda la vida dilucidando si era un filósofo chino que soñaba que era una mariposa o una mariposa que soñaba que era filósofo. Y luego abrió la puerta de la curiosidad con una observación oportuna: Transformación. La transformación es algo maravilloso. Pienso especialmente en la transformación de las mariposas. Aunque mirarlas resulte maravilloso, la transformación de larva en crisálida o de crisálida en mariposa no es un proceso particularmente agradable para el sujeto involucrado. El incendio estaba provocado: difícilmente los alumnos abandonaban ya la lección; en un instante, la crisálida Jekyll daba paso a la mariposa Hyde y la historia de la literatura se convertía en una discusión entre entomólogos. Nabokov, como luego nos contó John Updike: estudiaba los órganos genitales de las mariposas al tiempo que trataba de inculcar los rudimentos de la gramática rusa a las jovencitas.
Si para Nabokov la experiencia de atrapar mariposas era una experiencia estética, otros, en cambio, consideraron una verdadera obra de arte observarlas en libertad. En 1987, la artista mexicana Carmen Parra invadió con 3000 mariposas monarca el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México. Al parecer, el objeto central de este infinito aleteo de mariposa era la ambientación de un cuadro titulado La sierra Chincua. Para Carmen Parra, la mariposa monarca era una especie de obsesión. Tiene el nombre –explicó en una ocasión- de una diosa: Dánae, que fue fecundada por Zeus como lluvia de oro. Es un fenómeno de color tan extraordinario que no lo puedes pasar por alto.
También es mexicana la mariposa de Silvio Rodríguez, pero no parece una mariposa destinada para el arte, sino más bien una mariposa guerrera. Cuenta Silvio: Para la cultura náhuatl que crecía en el valle de México cuando llegaron los conquistadores (después no creció casi nada), las mariposas simbolizaban el alma de los guerreros que, habiendo caído en combate, regresaban a la tierra de esa forma colorida y hermosa para embellecer la vida de los hombres. En este caso el símbolo esta tomado en el sentido de la añoranza del recuerdo. Y en ese mismo sentido, en el sentido de la añoranza del recuerdo, la mariposa tecnicolor de Fito Páez, menos resentida que la del cubano, abre sus alas tremendas para traernos las imágenes de nuestros viejos perdidos en el tiempo, agotados de proyectos y promesas, y las de un tren que viaja sin sentido –nosotros somos los pasajeros- hacia ninguna parte.
Mariposas. Mariposas de ida y vuelta. Mariposas que también pueden acudir en nuestra ayuda y solucionar un problema que parecía indisoluble. Es el caso del escritor argentino Tomás Eloy Martínez, enredado como una mariposa en la red laberíntica de una novela –su novela sobre Evita, Santa Evita- detenida en el espacio de la duda creativa, y que encontró en otra mariposa metafórica la energía necesaria para levantar el vuelo: No iba a dejar que las supersticiones me arredraran. No iba a contar a Evita como maleficio ni como mito. Iba a contarla tal como la había soñado: como una mariposa que batía hacia delante las alas de su muerte mientras las de su vida volaban hacia atrás. La mariposa estaba suspendida siempre en el mismo punto del aire y por eso yo tampoco me movía. Hasta que descubrí el truco. No había que preguntarse cómo uno vuela o para qué vuela, sino ponerse simplemente a volar.
Sí, hay mariposas acechando en todos los extremos de este texto. Mariposas ciegas, como las de Isabel Rojas Molina, poeta de la ciudad de Cananea, en el estado de Sonora, México, que siguen tocando con sus alas rotas puertas que nunca se abren. Y mariposas de la noche, las de Fernando Arrabal, místicas y misteriosas, con su pequeño sexo más pequeño que las del día. Y gente sin mariposas como Alejandra Pizarnik, a la espera de la oscuridad, sin manos para decir nunca, sin manos para regalar mariposas a los niños muertos. Y muerte que se presenta con mariposas o con Luis Cernuda, que vino para ver la muerte y su graciosa red de cazar mariposas.
Uno puede evitar la presencia de las mariposas en un poema, en un aprendiz de relato de cosecha propia. Algunos elementos de la sensibilidad pueden ser portadores de cierto desorden. Pero, tarde o temprano, las mariposas aparecen con un mensaje que tardamos en descifrar porque es un mensaje en movimiento, una llamada confusa como un signo de aire y de cielo. El movimiento –escribió el meteorólogo Konrad Lorenz- de una simple ala de mariposa hoy produce un diminuto cambio en el estado de la atmósfera. Después de un cierto período de tiempo, el comportamiento de la atmósfera diverge del que debería haber tenido. Así que, en un período de un mes, un tornado que habría devastado la costa de Indonesia no se forma. O quizás, uno que no se iba a formar, se forma.
El Efecto Mariposa. De un lugar a otro. De lo posible a lo imposible.
En mi ciudad, por ejemplo, las mariposas pueden ser asesinas como las mariposas asesinas del director vietnamita Tsui Park, que sustituye en Butterfly Murders los pájaros de Hitchcok por terribles insectos alados. O pueden ser, al menos, acusadas de asesinato como las mariposas del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, culpables de almacenar nitrobenceno en sus cajas muertas amenazando la salud de cuidadores indefensos.
Pero siempre puede uno abandonar su ciudad y perderse en la ventana electrónica que conecta con lo desconocido. Entonces, dependiendo de los dioses, encontraremos la rutina o tocaremos con los dedos siluetas imprevistas; las mariposas serán como cualquiera de las mariposas de esta historia o serán mariposas inesperadas: no clasificadas, no escritas. Y si son como éstas serán mariposas de riesgo y de vida: viajeras, agradecidas, pequeñas en la inmensidad de los abismos. Serán mariposas de dulce de leche. Mariposas de acento porteño en Pekín, ciudad de la China.

Ibn Said EL CONTRADICTOR

04 diciembre 2003

TIERRA AMANECIDA.

Pasaba a regar las plantas, y dejo unas ecuaciones de Mastronardi, poco conocidas, explicando el título de su primer libro:

Tierra = espacio
Amanecida = tiempo.

("Si digo caminé cien metros, nadie se imagina nada, por mucho que haya introducido el sistema métrico en mi página. Si escribo caminé hasta la noche o bien hasta ver las estrellas, todo adquiere un aire mas natural y convincente...") - cm
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